La época de oro del cine mexicano

12.4.2019
Cultura

A lo largo de la década de los años cuarenta el cine mexicano vivió un esplendor. Ganaba gran relevancia en el ámbito internacional, tal como sucedió en 1946 en el marco de la primera edición del Festival de Cannes, donde participó y obtuvo la Palma de Oro con la película María Candelaria (1946) bajo la dirección de Emilio Fernández y con la fotografía a cargo de Gabriel Figueroa. Además, ese mismo año fue fundada la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), que a su vez creó el Premio Ariel, con el propósito de reconocer los méritos de la cinematografía mexicana. La primera ceremonia de premiación se llevó a cabo el 15 de mayo de 1947.


Por fuera, las tensiones bélicas de la Segunda Guerra Mundial limitaban la producción fílmica de las industrias norteamericanas y europeas, de manera que los pocos estrenos de filmes foráneos, contrastaron con el florecimiento de nuevos títulos mexicanos. En este contexto, el cine nacional alcanzó horizontes nunca antes accedidos.


Durante los mandatos del general Manuel Ávila Camacho (1940 a 1946), y de Miguel Alemán Valdés, (1946 a 1952); el séptimo arte adquirió peculiar relevancia dado que el ingreso de las producciones nacionales al mercado internacional impactaron notablemente a la economía mexicana, al grado de convertirse en una de las principales industrias del país. Por este motivo el 1 de abril de 1941 surgió el Departamento de Supervisión Cinematográfica, organismo encargado de evaluar y autorizar la exhibición de las películas comerciales en todo el país; además un año después, gestionó un acuerdo para sustentar cuatro vías de apoyo a la cinematografía nacional: proporcionar apoyo financiero para la producción, facilitar el uso de maquinaria y tecnología, llamar a la formación de una comunidad de expertos y técnicos para laborar en la realización, y finalmente, lograr la distribución mundial de los filmes nacionales.


De esta suerte, un escenario alentador se tendió ante los realizadores deseosos de filmar quienes desde 1942 también contaron con el Banco Cinematográfico SA, un organismo dedicado a administrar el dinero generado por y para las películas nacionales.  Adicionalmente, es importante mencionar que fue también durante los años cuarenta que fueron construidos los estudios cinematográficos más productivos de la época, tal como los Estudios Churubusco y Estudios Cuauhtémoc, en 1945, un año después los Estudios Tepeyac, y finalmente México Films, en 1947.

Entradas relacionadas