Wounded Knee, la masacre de cientos de indios norteamericanos

12.29.2020
Historia

Una unidad heroica que siempre estaba dispuesta a lanzarse a la carga contra los "pieles rojas" al son de la corneta. Gracias a los largometrajes de Hollywood, así es como vemos a día de hoy al Séptimo de Caballería, el famoso regimiento creado a mediados del siglo XIX para defender las fronteras de EE.UU. de los nativos americanos.

Pero la realidad es que -aunque esta unidad tuvo actuaciones destacadas como la que protagonizaron un centenar de sus hombres luchando hasta la muerte contra miles de indios en Little Bighorn- su historia está plagada también de momentos oscuros. Uno de ellos fue el que sucedió, precisamente, el 29 de diciembre de 1890 cuando un destacamento de estos jinetes asesinó a sangre fría a casi 300 siouxs -la mayoría desarmados- cerca del arroyo de Wounded Knee, en Dakota del Sur.

Esta triste masacre pone de manifiesto que, detrás de la idílica conquista del Oeste americano que se nos ha contado, se sucedieron también todo tipo de excesos contra los indígenas fomentados por la gran repulsa que los colonos sentían hacia los indígenas.

"A finales del XIX, y tras la derrota de Little Bighorn, el odio hacia los nativos se generalizó. El ejército empezó entonces a acosar a las tribus indias con gran contundencia para deportarlas a reservas, territorios en los que vivían en condiciones miserables", explica Victoria Oliver, doctora en Historia y autora de "Pieles rojas. Encuentros con el hombre blanco" (Edaf, 2015). Esta aversión hizo, además, que los militares iniciasen una campaña contra los jefes de las principales tribus para evitar revueltas inesperadas.

Así fue como, el 15 de diciembre de 1890, el ejército norteamericano acabó con la vida del conocido cabecilla local Toro Sentado en la reserva de Standing Rock. El suceso hizo que otro de los líderes que se hallaba en aquellas tierras, Pie grande, decidiese huir por miedo a ser el siguiente.

"Pie grande reunió a sus seguidores, menos de cuatrocientos (la mayoría mujeres y niños), y se dirigió hacia una reserva cercana para ponerse bajo la protección de otro líder, Nube Roja. Pero el ejército no estaba dispuesto a permitirlo. El 28 el grupo fue interceptado por el Séptimo de Caballería que -al mando de Samuel Whitside- los escoltó hacia el sureste, hacia el río Wounded Knee", señala Oliver. Pocas horas después se unió a este primer grupo de soldados el coronel James W. Forsyth con sus hombres.
A la mañana siguiente, los soldados solicitaron la entrega de las armas a los indios, pero recibieron tan pocas (apenas 38 rifles) que prefirieron acceder a su campamento para registrar sus pertenencias.
"Durante un forcejeo con un anciano, un rifle se disparó y se inició un tiroteo en el que el Séptimo de Caballería disparó contra la multitud. Incluso, y como se comprobó después, mataron a bebés que estaban en los brazos de sus madres", completa la experta.

El resultado fue la muerte de aproximadamente 90 hombres y 200 mujeres y niños. Los militares sufrieron 29 bajas y 35 heridos, aunque la mayoría por fuego amigo.

"Intentaron esconder aquella masacre, pero no pudieron deshacerse de los cuerpos antes de la llegada de la prensa", añade la experta. Viendo que era imposible que no se conociese lo sucedido, el gobierno vendió aquella masacre como una épica victoria contra los indios.

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