Venustiano Carranza y su paso por Querétaro

5.21.2020
Historia

El viaje que inició el 17 de noviembre el Primer Jefe, Venustiano Carranza y su comitiva, hacia la ciudad de Querétaro, culminó la tarde del día 24 del mismo mes en medio de una lluvia de flores y confeti.

De esta manera, el Poder Ejecutivo se encuentra ya en la capital provisional de la República, al igual que el Congreso Constituyente. Tras recibir la bienvenida oficial, Carranza se dirigió a la multitud:

“Es muy satisfactorio para mí llegar a esta histórica ciudad a cumplir la promesa que hice hace pocos meses de que se estudiarán aquí las Leyes más importantes, principalmente la Constitución que deberá regir la República. Ya se encuentra reunido el Congreso Constituyente y espero que los diputados, inspirándose en un gran patriotismo, sabrán legislar y formar la Constitución que requieren las actuales circunstancias de México, lo que vendrá a significar el bienestar de los ciudadanos de la República”.

Entre 1914 y 1915, la Ciudad de Querétaro se convirtió en punto estratégico para villistas y carrancistas pues, tras la derrota de Francisco Villa, en la batalla de Celaya en 1915, la ciudad se convirtió en punto de reunión de los jefes carrancistas.

En enero de 1916, Carranza se instaló en Querétaro y convirtió a La Cañada, hoy cabecera municipal de El Marqués, en su lugar de descanso.

Existe una fotografía histórica del Primer Jefe caminando por La Cañada en compañía de miembros del estado, la cual pertenece al Fondo Casasola y data de enero de 1916 cuando Federico Montes le ofreció un banquete en La Cañada, la cual se convirtió en el lugar favorito de Carranza pues en esa época aún contaba con gran cantidad de huertos, además de un río de agua clara que atravesaba el lugar, con un gran manantial y muchos árboles frutales alrededor.

Cuando se instaló el sistema ferroviario del país, se ubicó una estación provisional en La Cañada, lo que sumó a esta afición que tenía Carranza por este lugar; donde además instaló un cuartel general de asuntos militares a espaldas de lo que se le conoce como la “Iglesia Chiquita”, la construcción religiosa más antigua del estado.

Hoy existe un monumento en su honor a un costado del Centro Cultural conocido como “El Piojito”, el cual también es balneario y que en su época era conocido por su abundante manantial, el cual quedaba a los pies de la estación de tren provisional.

Este lugar era uno de los favoritos de don Venustiano, pues le gustaba tomar largos baños en este lugar, la cual se ha convertido en emblemática del lugar, donde aún se reciben múltiples familias que llegan a lugar.

Según narra el cronista de El Marqués, Jaime Zúñiga Burgos, “una mañana paró el ferrocarril a unos cuantos metros de la cabecera municipal, lo que hoy se conoce como La Cañada, y bajó el general Venustiano Carranza (…) La Cañada participó de manera decisiva en los trabajos del Congreso Constituyente”.

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