SOLOS CONTRA EL MUNDO
Por Erubey Gutiérrez R.
"Uno cree que esto va bien
que aquí no pasa nada,
somos civilizados creemos en la ley,
todo va progresando hasta que una mañana
perdido en El País te dicen que hay un tipo
que harto de las quejas de un niño chiquitín,
y en una borrachera de un odio sin fin,
arranca un alarido de un sueño con juguete,
juzgado y condenado antes de haber nacido...
Y en un suspiro golpea hasta matar."
Patxi Andión - Maldita sea
Los hechos ocurridos en el colegio de Torreón han venido a estremecer nuevamente las conciencias de la sociedad. Si bien la mayoría de la gente hace hincapié en el descuido que existe por parte de los padres hacia el cuidado de sus hijos, la problemática es mucho más compleja que eso.
Como ya lo hemos dicho, la atención por parte de las instituciones al cuidado de la niñez es casi nula, ya que sólo se está limitando a la procuración de bienestar que realiza el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF) y una rama de la procuración de justicia en atención al menor, y nada más. No hay instituciones encargadas de supervisar que los niños se desarrollen en un ambiente seguro, ni que reciban educación, que acudan a los servicios de salud para sus chequeos de medicina preventiva, ni se les hacen diagnósticos para saber cómo se encuentra su salud emocional y mental. Obviamente, no hay un seguimiento a su nutrición, no hay un seguimiento a su desarrollo educativo y la realidad es que los niños y niñas de México se encuentran en el abandono. Literalmente se encuentran solos contra este mundo tan hostil y adverso para ellos.
El caso Torreón se está abordando desde dos aspectos. La parte de la seguridad en las escuelas, respecto a revisar las mochilas de los niños que ingresan al plantel y de supervisar por medio de las áreas de psicología, cómo se encuentran los niños en sus estado emociones. Y por otro lado, de forma sorpresiva, nuevamente la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del super funcionario Santiago Nieto, interviene para decir que al abuelo del niño le es revisada su situación fiscal, ya que presentó anomalías en las declaraciones de sus bienes, por lo que a muchos tiene sorprendidos. En lugar de estarnos preocupando por la salud de los niños, el caso se volvió un no asunto administrativo y legal y se esté revisando un aspecto de evasión fiscal y posiblemente de crimen organizado, ya que el papá del menor se encontraba preso por narcotráfico y salió apenas hace unos meses.
Así que si realmente revisamos de forma íntegral todo el ambiente que rodeaba al niño, podemos darnos cuenta que se había vuelto una bomba de tiempo, al haber vivido el fallecimiento de la madre, el abandono del padre y el descuido del abuelo, y si a eso le sumamos que las escuelas no hay un seguimiento al estado emocional de los niños, de verdadera prevención del bullyng y lo más importante, que el Estado es omiso en velar por
la seguridad y desarrollo de todos los niños de este país, podemos decir que el caso Torreón se puede repetir tantas veces sea lamentablemente posible, y no solamente con niños que acuden a escuelas particulares, basta con revisar la situación real que viven millones de niños en condiciones de pobreza, para saber qué el contacto con las armas, la violencia, la insensibilidad, están presentes en su vida cotidiana sin que nadie haga nada.
La presidenta de la cámara de diputados Laura Rojas, declaró que era un asunto pendiente por parte de los legisladores el atender la situación de los niños y niñas de México, esperemos que sea realidad y que en los próximos días se presenten iniciativas para reformar las Leyes, no sólo las de salud para cuidar el estado emocional de los niños, sino de manera integral todas aquellas que tengan que ver con diversas instituciones, y hagan el trabajo transversal de cuidar su salud, su educación, su seguridad y su desarrollo.
Se vale soñar… sí, pero también los sueños se construyen día a día.