Se desconoce el verdadero rostro de Miguel Hidalgo

7.30.2021
Historia

Moreno, delgado, con la coronilla calva y pelo blanco a los lados, vistiendo una sotana. Esas son las principales características físicas de Miguel Hidalgo en cientos de pinturas, murales, esculturas e ilustraciones en libros.

No hay duda de que existe un consenso entre los mexicanos sobre la apariencia del padre de la patria, pero es solo eso. En realidad, el cura y catedrático nunca se hizo un retrato en vida y sus primeros retratos (de los que se tiene registro) se hicieron más de una década después de su muerte.

A diferencia de otros héroes de la Independencia como José María Morelos, Vicente Guerrero o Agustín de Iturbide, Hidalgo no tuvo tiempo para mandar hacerse un retrato, explica Jaime Olveda, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia. “Estuvo muy presionado por las circunstancias de la insurrección”.

Primera imagen de Hidalgo publicado por José Joaquín Fernández de Lizardi en 1824.

En el siglo XIX sólo las figuras públicas o con mucho dinero tenían las posibilidades para contratar a un pintor, agrega el también profesor de historia. “Hidalgo nunca fue un miembro prominente del clero, como un obispo, aunque por un tiempo fue rector del Colegio de San Nicolás, pasó la mayoría de su vida en parroquias muy modestas”.

Su aparente anonimato se terminó cuando inició el movimiento de Independencia y pronto se convirtió en un símbolo de rebelión en la Nueva España, explica Guillermo Brenes Tencio, historiador costarricense en su artículo Los Rostros de Hidalgo. No por nada, todos los intentos por tener una imagen de Hidalgo “fueron sofocados con sangre y fuego por las autoridades realistas”, agrega en el documento. Después de su ejecución en 1811, se prohibió incluso hablar de él. Esta censura duró más de una década.

Los retratos de Hidalgo no necesariamente abundaron con el nacimiento del México independiente. De acuerdo con el artículo de Brenes, esto se debió a que “el movimiento que había triunfado y su Plan de Iguala (la declaración de Independencia) poco tenía que ver con las reivindicaciones de Miguel Hidalgo y sus seguidores”.

Pero dos años después de la proclamación del Plan, en 1823, surge el primer retrato del Hidalgo del que se tiene registro. La ilustración que aparece en una publicación sobre historia de México, se muestra a un Hidalgo con aires napoleónicos: joven, vestido de soldado y sosteniendo una bandera con el escudo nacional (que no existía cuando Hidalgo comenzó la insurrección).

Estatuilla hecha por Clemente Terrazas, que en el año 1900, el diario “El Imparcial” aseguraba que la única imagen que se le hizo a Miguel Hidalgo en vida.

Aquella imagen de un hombre calvo, canoso, con rasgos europeos, mirada tierna y encorvado, vino por órdenes de Maximiliano de Habsburgo, el austriaco que se convirtió en el segundo emperador de México luego de la intervención francesa se consumara.

Con un gobierno débil y de poca legitimidad, Maximiliano pensó en contrarrestar lo dicho creando símbolos patrios asociados a su corona, iniciando con el que comenzó todo: Miguel Hidalgo.

El emperador mandó a hacer un retrato del Padre de la Patria; sin embargo, había un problema, Hidalgo nunca había sido retratado en vida.

En aquél entonces, Don Miguel Hidalgo tenía más de 50 años de fallecido en una época donde la esperanza de vida no era muy alentadora; además, en la Nueva España sólo los gobernadores, líderes religiosos y militares eran retratados, un sacerdote parroquial de Dolores nunca habría sido “digno” de dicho reconocimiento.

Más, cuando tras su muerte, acusado de traidor a la corona española y excomulgado por la iglesia católica, cualquiera que hablara sobre él y sus ideas podría ser asesinado por la inquisición.

Incluso, según relata el historiador Guillermo Brenes Tencio en su artículo “Los Rostros de Hidalgo”, cualquier intento por tener una imagen del cura Hidalgo fueron sofocados con sangre y fuego por las autoridades realistas, motivo por el que, Joaquín Ramírez, pintor oficial de la corona “inventó” la imagen de Miguel Hidalgo”, según detalla el historiador.

La versión más conocida asegura que el modelo del óleo de Ramírez sobre Hidalgo, sería un botánico alemán.

15 años antes de la petición de Maximiliano, el historiador Lucas Alamán describía a Hidalgo en su libro “Historia de Méjico desde los primeros movimientos que prepararon su independencia en el año de 1808 hasta la época presente”.

“De mediana estatura, cargado de espaldas, de color moreno y ojos verdes vivos, la cabeza algo caída sobre el pecho, bastante cano y calvo, como que pasaba ya de sesenta años, pero vigoroso, aunque no activo ni pronto en sus movimientos”.

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