No entendemos que no entendemos; coronavirus

3.20.2020
Opinión
Nuestro país está por enfrentar una de las peores crisis en materia de salud. El coronavirus pondrá a prueba el sistema mexicano, que dicho sea de paso, ya estaba rebasado por la propia demanda de las enfermedades características de la población.
 
Hace algunas semanas la Organización Mundial de la Salud manifestó que su preocupación redundaba en torno a aquellos países que no tenían sistemas tan robustos como los europeos o los asiáticos. No les faltaba razón.
 
Por si fuera poco nuestras autoridades sencillamente parecen estar ciegas, empezando por el Presidente. Ya no se sabe si en efecto es broma o no lo toma con la debida seriedad con la que han tomado otros mandatarios del mundo este asunto del coronavirus.
 
Está demás decir que la eminencia académica que es( ¿o era?) López-Gatell, subsecretario de Salud, quedó dilapidada por el poder político que ejerce López Obrador sobre él. Mira que alguien que se ha regido en su vida profesional por el método científico venga a decirnos que una “fuerza moral” protege al Presidente, es ya una locura (y de paso una gran irresponsabilidad).
 
Los encargados de la salud en el país ya pronostican una escalada de contagios y, en consecuencia, de fallecimientos, principalmente de personas que tienen alguna enfermedad crónica y/o que pertenecen a la tercera edad. Cuidemos a nuestros adultos mayores.
 
Aunado a lo anterior nuestra sociedad (en la que me incluyo) se ha encargado de desproteger a la misma sociedad. En las tiendas de autoservicio, llámese WalMart, Chedraui, Soriana, etc., los anaqueles de productos desinfectantes están completamente vacíos; hay un desabasto en el mercado. Clientes acaparan determinados insumos dejando a otros sin la posibilidad de adquirir cosas básicas como gel en alcohol o el cloro. Esto ha llevado a que se apliquen políticas como la de "solo 3 productos por cliente". Que vergüenza.
 
Sumado a esto podemos ver que nuestra dinámica de vida continúa como de costumbre. Salimos, nos encontramos con otros, aprovechamos para comer en algún restaurante, vaya, parece que no hay conciencia sobre el gran potencial de contagio que tiene el coronavirus.
 
En las oficinas públicas se van de boca con los discursos en los que anuncian la cancelación de eventos multitudinarios (cosa que debe reconocerse), pero al mismo tiempo tienen a sus empleados hacinados en espacios reducidos e incluso con poca ventilación. Es una irresponsabilidad por parte de los directivos de las dependencias públicas del sector central.
 
El caldo de cultivo ya está, solo falta que empiece a hervir para consumirlo (o mejor dicho, que nos consuma). No entendemos que no entendemos.
Redacción IMGDiego Parra

Politólogo egresado de la UAQ.

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