Cada 7 de marzo es celebrado el Día Mundial de los Cereales, fecha que está dedicada a resaltar la importancia de los cereales como alimento, tanto para los humanos como para los animales.
Se cree que este alimento surgió durante la revolución neolítica, cuando comenzó a desarrollarse la agricultura, por lo que fueron incluidos a la dieta de los seres humanos desde hace 10.000 años.
En ese entonces, el ser humano paso a tener una dieta basada exclusivamente en productos de caza y de recolección a una dieta con un alto aporte de cereales, siendo los más consumidos el trigo, arroz y el maíz.
Tras el tiro, llegaron el farro, cebada, las lentejas y garbanzos; esto permitió que se domesticaran animales como cerdos y ovejas.
A pesar de que esto marcó una evolución en el ser humano, la agricultura era únicamente secano, es decir que los cultivos dependían exclusivamente del agua de lluvia para crecer.
Fue hasta que una persona se le ocurrió regar las semillas que la producción de los cereales se pudo intensificar, lo que permitió a la humanidad multiplicarse por 30: de 10 a 300 millones de personas en los primeros 8.000 años de agricultura.
Por lo anterior, las grandes civilizaciones crecieron y se alimentaron a la orilla de grandes ríos, como el Tigris y el Éufrates, el Nilo, el Indo y el río Amarillo.
