Los gatos reducen la ansiedad en niños con autismo

2.19.2022
Ciencia y Tecnología

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Misuri, en Estados Unidos, comprueba que los gatos domésticos pueden incrementar la empatía y reducir la ansiedad en niños con autismo. Además del apoyo incondicional de la mascota, el niño y toda la familia se benefician con la armonía que trae el animal adoptado al hogar.

De acuerdo a una nota de prensa, la nueva investigación, liderada por una científica que supo desempeñarse como enfermera escolar en escuelas públicas, ha permitido verificar los amplios beneficios de la adopción de un gato en una familia integrada por un niño con autismo. El estudio también fue publicado en la revista Journal of Pediatric Nursing.

En sus tiempos de enfermera en escuelas, la investigadora Gretchen Carlisle advirtió que las mascotas tranquilizaban notablemente a los niños con autismo. Aunque muchos de ellos sufrían convulsiones y tomaban distintos fármacos, hallaban una mayor armonía cuando interactuaban con mascotas. Ahora, Carlisle dirige el Centro de Investigación para la Interacción Humano-Animal (ReCHAI) en Misuri.

Muchas investigaciones previas se han centrado en la influencia positiva de los perros como mascotas de niños con autismo. Sin embargo, el nuevo estudio exploratorio se centra en los gatos domésticos, comprobando que su adopción aumenta los niveles de autoestima y reduce la ansiedad en los pequeños afectados por el trastorno del espectro autista (TEA).

En el marco de la nueva investigación fueron convocadas familias que poseen niños autistas de entre 6 y 14 años de edad. Luego de adoptar un gato, estos grupos familiares fueron monitoreados con el propósito de descubrir los cambios que la mascota podía producir en la relación del niño con su propia individualidad y con el entorno.

Vale destacar que las mascotas proporcionadas fueron elegidas en base a su temperamento y comportamiento, buscando animales de compañía que sean realmente beneficiosos para las familias. Los resultados indicaron que los grupos familiares no solamente comunicaban el establecimiento de una relación estrecha entre los niños y los gatos, sino también una unión que se mantenía en el tiempo y que, poco a poco, reducía la ansiedad en los niños con autismo.

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