La rendición del Ejército de Oriente tras su victoria en Puebla

3.16.2023
Historia

Un 16 de marzo de 1863, los cañones del fuerte de Guadalupe, que se encuentra ubicado en Puebla, anunciaron que un poderoso ejército francés estaba al frente de la plaza, la cual estaba siendo defendida por los mejores elementos que el gobierno mexicano pudo reunir. 

Este día marcó el inicio de varias luchas, las cuales concluyeron hasta el 17 de mayo, demostrando al mundo que los mexicanos estaban firmemente dispuestos a resistir hasta el último aliento contra cualquier agresor; sin importar que tan poderoso fuera. 

Un año antes, el 5 de mayo de 1862, habían logrado derrotar a las tropas francesas en esta misma ciudad bajo el mando del general Ignacio Zaragoza, sin embargo la guerra no había terminando. 

Para compensar esta situación, el entonces presidente de la república, Benito Juárez realizó esfuerzo para fortificar la plaza de Puebla y reunir ahí al mayor número posible de tropas y elementos de guerra, los cuales seguían las ordenes del general Jesús González Ortega, quien tomó el puesto de Zaragoza al fallecer. 

A pesar de que en ese momento había nueve fuertes construidos alrededor de Puebla, los cuales se dedicaban a proteger la ciudad, el número de las tropas francesas los superaba, ya que más de 28 mil franceses y mil 300 aliados mexicanos avanzaron en contra de la capital poblana. 

Dicha batalla tuvo una duración de alrededor de dos meses, en donde se presentaban ataques constantes. El hambre, la falta de municiones y los fracasos de las tropas nacionales, obligaron al general González Ortega a disolver al heroico Ejército de Oriente y entregaron la plaza con dignidad, la cual incluso fue reconocida por sus propios enemigos. 

“No siéndome ya posible seguir defendiendo esta plaza, por la falta de municiones y víveres, he disuelto el ejército que estaba bajo mis órdenes y roto su armamento, incluso toda la artillería (…). El cuadro de generales, jefes y oficiales de que se compone este ejército, se halla en el palacio de gobierno y los individuos que lo forman, se entregan como prisioneros de guerra. No puedo, señor general, seguir defendiendo por más tiempo. Si pudiera, no dude que lo haría” se podía leer en un fragmento de la carta de González Ortega dirigida al general francés Élie-Frédéric Forey.
Redacción IMGAlessandra Vázquez

Fanática del teatro musical y la música en general. Disfruto de caminar y correr al exterior. Soy egresada de la carrera de comunicación y hasta la fecha, le tengo mucho cariño a la redacción.

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