La historia de amor prohibido de Melchor Ocampo

2.28.2023
Historia

José Telésforo Juan Nepomuceno Melchor de la Santísima Trinidad Ocampo Tapia, conocido como Melchor Ocampo, fungió como Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Benito Juárez, además de ser uno de los principales redactores de la Ley del Matrimonio Civil que fue establecida como un contrato civil regulado por el estado. 

Dicha ley contiene la famosa Epístola de Ocampo, la cual debía leerse íntegra en las bodas civiles.

Uno de sus párrafos más importantes dicha ley dice que: “el matrimonio es el único medio moral para fundar la familia, de conservar la especie y de suplir las imperfecciones del individuo que no puede bastarse a sí mismo para llegar a la perfección del género humano”.

A pesar de ser uno de los principales promotores del matrimonio, Melchor nunca formó una familia, ni tampoco se casó, pero quizá su vida personal influyo un poco en esta situación. 

Melchor fue adoptado por la señora Francisca Xaviera Tapia y Balbuena, que estuvo con él hasta sus 17 años, cuando esta falleció. 

La señora Francisca tenía una hija adoptiva cuando Melchor llegó a su vida, la cual llevaba por nombre Ana María Escobar, que fue también la “nana” de este personaje. 

Al morir, Francisca le heredó a sus hijos la hacienda de Peleo, ubicada en Michoacán, sin embargo no contaba con que estos dos terminaran profundamente enamorados. 

Fue en 1839 que Ana María quedó embarazada de su hermano adoptivo, razón por la cual decidieron ocultarlo, él emprendió un viaje a Europa y por su parte, ella se fue a vivir a Morelia. 

La primera hija de Ana María y Melchor, llamada Josefa, fue llevada a un internado, donde recibía visitas de su padre, pero sin saber que era su progenitor. Al percatarse de lo asombrosa que era su hija, este decidió no dejarla jamás. 

Es importante mencionar que Melchor no solo tuvo una hija con Ana María, tuvo otras tres más, las cuales fueron llamadas Petra, Julia y Lucila. 

Si bien siempre mantuvo cerca a sus hijas, nunca aceptó que era su padre. Por su parte, su madre tuvo que aceptar ser la nana de las niñas, sin que estas supieran su relación.

Fue hasta 1861, cuando Melchor fue secuestrado y asesinado, que este aceptó la responsabilidad de ser padre mediante una carta. 

En dicho escrito les confesó a sus hijas que su nana realmente había sido su madre y que él, era su padre. Asimismo, adoptó como hija suya a Clara Campos, hija del administrador de su hacienda, quien realmente era otro de sus amores ocultos, con quien también tuvo un hijo llamado Melchor Ocampo. 

Redacción IMGAlessandra Vázquez

Fanática del teatro musical y la música en general. Disfruto de caminar y correr al exterior. Soy egresada de la carrera de comunicación y hasta la fecha, le tengo mucho cariño a la redacción.

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