En el marco del Día Internacional de la Mujer, es importante recordar a mujeres que han sido importantes en la historia, siendo una de ellas Irene González Basanta, la primera mujer que fue jugadora de fútbol de la que se tiene registro.
A pesar de que en ese momento el fútbol era considerado un deporte de hombres, ella deseaba jugar, sin importar las opiniones; incluida la de su padre.
La joven formó su propio club deportivo, llamado Irene C.F., en donde ella era la capitana y jugaba como arquero.
Irene tenía la costumbre de colocar un muñeco al fondo de su arco, ya que le daba suerte, algo que también realizaba mismo Zamara; quien era su inspiración.
Aunque no hay muchas personas que la recuerden actualmente, se ha revelado que Irene era una mujer alta, de complexión fuerte y con una buena presencia.
Es importante mencionar que también era una gran líder, la cual buscaba guiar a sus compañeros gritando y aportando instrucciones, siendo ella la única mujer, acompañada por 10 hombres.
Desafortunadamente en el año 1927, le diagnosticaron tuberculosis. Con los pocos recursos que tenía, Irene trató de pagar sus medicamentos, comida y alquiler, sin embargo fue demasiado complicado.
Los periódicos se enteraron de lo que la futbolista estaba pasando y lo comunicaron, esto generó que los vecinos se solidarizaran.
Cada partido disputado en Ferrol, La Coruña, buscaba realizar colectas e incluso hubo varios partidos benéficos; lo que se recaudaba era entregado directamente a Irene.
Fue en 1928 que Irene falleció, a pesar de que meses antes se había recuperado, pero las secuelas de su enfermedad le impidieron sanar por completo. Hoy Irene representa el poder de las mujeres y su habilidad para cumplir sus sueños.
