Emiliano Zapata, conocido como El Caudillo del Sur y quien además fue uno de los grandes símbolos de la resistencia campesina durante la Revolución Mexicana, falleció un 10 de abril de 1919, esto después de ser emboscado por militares.
Zapata era jefe del Ejército Libertador del Sur, por lo que la “planeación” de su asesinato requirió de una gran estrategia, ya que este se había vuelto bastante desconfiado luego de varios intentos de homicidio en su contra.
De hecho, había un rumor de que el revolucionario contaba con un doble que lo sustituía en apariciones públicas, lo que hacía todavía más difícil realizar un ataque en su contra.
Para lograr la emboscada, el jefe de la división de Oriente hizo circular la noticia de que el coronel Jesús M. Guajardo había recibido una fuerte amonestación de su parte, esto para que el incidente llegara a los oídos de Zapata, quien había ofrecido a militares enemigos a desertar y unirse a su bando.
Zapata invitó a Guajardo a formar parte de los rebeldes del sur, la cual fue aceptada por ordenes de Pablo González. Días antes del asesinato, este último lo envió a unirse a Zapata en una aparente rebelión contra el gobierno de Venustiano Carranza.
Como prueba de lealtad, el falso desertor del movimiento constitucionalista tomó la plaza de Jonacatepec, sin embargo la confianza de Zapata no duró tanto, ya que fue alertado de la traición de Guajardo, la cual serviría como emboscada.
De primer momento, el coronel rechazó la propuesta del Caudillo del Sur alegando tener un fuerte dolor estomacal, sin embargo para no levantar sospechas, accedió a comer con él al día siguiente y lo invitó a tomar una cerveza.
Guajardo, consciente de que estaba en la mira de sus adversario, fingió embriaguez e insistió en que Zapata lo acompañara a beber.
Después de la insistencia, el cabecilla del Ejército Libertador del Sur accedió y se presentó en la Hacienda de Chinameca, donde ya estaba desplegado un conjunto de hombres pertenecientes al bando contrario.
Al llegar, Zapata fue recibido por oficiales falsos de tropa, quienes tenían instrucciones de abrir fuego contra él al primer toque del clarín.
Cuando Zapata cayó, su cuerpo fue inmediatamente levantado por soldados del 50 Regimientos. Mientras tanto, en el interior de la casa, Guajardo y el capitán Salgado tomaban cerveza, acompañados de los tres jefes zapatistas que murieron en combate luego de describir lo que estaba pasando.
Zapata fue sepultado el 12 de abril de 1919 en el Panteón de la ciudad de Cuautla, Morelos. En el funeral estuvieron presentes Pablo González, quien fue el actor intelectual de su homicidio, así como numerosos oficiales y gente del pueblo.
