Cada 17 de marzo es celebrado el Día De San Patricio, un festejo que conmemora al santo patrón de Irlanda en el catolicismo, donde las calles, personas y cerveza se tiñen de verde en una fiesta que se ha popularizado en el mundo.
Esta celebración no solo se lleva a cabo en la isla, también ha llegado a otros países como Estados Unidos, España, Argentina y por supuesto, México.
A pesar de que muchos podrían pensar que esta práctica es apropiación cultural, la realidad es que llegó a México por una razón mucho más significativa y llena de heroísmo.
La llegada de inmigrantes irlandeses a México surgió durante la época de guerra entre Estados Unidos y la República Mexicana en 1947, después de que el país comenzó a invadir el territorio mexicano.
Durante este enfrentamiento, algunos de los integrantes del ejército estadounidense eran de origen irlandés, los cuales no confiaban plenamente en los estadounidenses, ya que estos practicaban la religión protestante, mientras que en Irlanda se practica el catolicismo.
John O’Riley, uno de los tenientes de origen irlandés comenzó a visitar frecuentemente una iglesia en Matamores en este tiempo, hasta que un día decidió abandonar su puesto en la armada norteamericana.
En compañía de algunos de sus compañeros decidieron desertar del ejército estadounidenses, ya que sentían mayor conexión con la cultura católica mexicana. Además, el trato que recibieron por parte de los mexicanos los hizo sentirse más seguros, ya que sufrían discriminación mientras estaban con las tropas estadounidenses.
O’Riley y sus compatriotas formaron el Batallón de San Patricio, un grupo de soldados que fueron aliados del ejército mexicano, que buscaban evitar la invasión estadounidenses, elevando una bandera verde con un carpa de color dorado con la leyenda: “Erin Go Bragh”, que significa “Irlanda por siempre”.
Este batallón se formó el 12 de septiembre de 1846 y fue clave para obtener la victoria de varias batallas, pero desafortunadamente cayeron en la conocida “Batalla de Churbusco”, donde se capturó a algunos de los sobrevivientes.
Estos últimos fueron torturados después de su captura e incluso marcados con una “D” de desertores, para finalmente ser condenados a la horca.
Varios años más tarde, el Congreso de la Unión en México condecoró a todos los integrantes del Batallón de San Patricio como Beneméritos de la Patria, con grado heroico y fueron denominados Defensores de la Patria 1846-1848.
Por lo anterior, el Día de San Patricio es importante para México, ya que celebra la unión entre irlandeses y mexicanos, que lograron defender al país como verdaderos patriotas.
