Asesinos Queretanos: El Chacal de Lomas

12.25.2021
Historia

Era un 4 de junio del año 2000, los hermanos Rogelio y Raúl Álvarez Escobar tomaban unas cervezas afuera de su domicilio, ubicado en el número 605 de la Calle 3, en la colonia Lomas de Casa Blanca, en la capital de Querétaro.

Con el paso de las copas, la plática se convirtió en tragedia pues, de acuerdo a diversas versiones, todo comenzó cuando Raúl le confesó a su hermano que había mantenido relaciones sexuales con su esposa, a lo que, sorpresivamente, Rogelio reaccionó con tranquilidad y sólo preguntó quién más sabía de la infidelidad.

Cuando Raúl terminó de decir los nombres, Rogelio dijo que iría al baño; sin embargo, había ido al interior de la vivienda por su arma, la cual tenía ya que anteriormente había sido agente de Seguridad Pública del estado, además de cuatro años de militar. Sin mediar palabra, acribilló a balazos a su hermano.

Habiendo consumado el primer asesinato, Rogelio Álvarez Escobar se dirigió a otro domicilio, ubicado en la calle 11, de la misma colonia, en donde ingresó y disparó contra su esposa, Inés González, y contra los padres de ésta, sus suegros.

Después de haber cometido los asesinatos, Rogelio salió del domicilio a pie, y paró el primer vehículo que se le atravesó, el cual era conducido por el abogado Fernando López, a quien encañonó para quitarle el automóvil y, para no dejar testigos, también lo asesinó.

La policía arribó poco después, pero ya no había rastros del asesino. En medio de la investigación, y sigilosamente, un día después de los primeros hechos; el nombrado “Chacal de Lomas” o “El 6 muertos”, regresó a Lomas de Casa Blanca para buscar y asesinar a su cuñado Alfonso, medio hermano de su esposa. Los vecinos de la colonia comenzaron a temer que Rogelio empezara a matar a placer.

En un operativo nunca antes visto, las patrullas inundaban las calles. Finalmente la Policía Federal Preventiva le dio alcance en la carretera a San Luis Potosí, sin que opusiera resistencia, donde fue arrestado cuando viajaba en un taxi que había robado en San Juan del Río.

Sereno y callado, Rogelio Álvarez fue trasladado al penal de San José el Alto, donde el criminal aseguró tener 29 años de edad, y confesó que para los asesinatos utilizó un arma calibre 38, aunque no se mostró arrepentido de lo que hizo, pues aseguró que su intención era acabar con toda la familia de su esposa, a cambio de la vida de su hermano (a quién él asesino).

El Chacal recibió una sentencia de 378 años de prisión por homicidio calificado, robo calificado y equiparado, así como portación de armas prohibidas; considerada la condena acumuladora más grande en la historia de Querétaro.

Sin embargo, su historia siniestra no terminó ahí, pues cuatro años después, en 2004, el Chacal agregó un muerto a su lista. Después de que se desatara una pelea al interior del penal, en medio de los golpes, un arma de fuego salió a relucir (a lo que ninguna autoridad dio una explicación).

La séptima víctima de ‘El Chacal’ fue un expolicía de nombre Efraín Cruz (quien había sido condenado por el asesinato de un comerciante en San Juan del Río en 1991, delito por el que estaba a menos de un mes de salir en libertad), además de herir a otro recluso de nombre Jaime Martínez.

En la prisión, a Rogelio se le conocer como “Bobby el 7 muertes”, quien aseguran, se encuentra gravemente enfermo.


El taxi robado

Luego de haber cometido los seis asesinatos, Rogelio huyó en el vehículo que había robado al abogado, y emprendió camino sobre la carretera México-Querétaro; sin embargo, el auto se le descompuso en el camino, por lo que Rogelio pidió aventón hasta que llegó a San Juan del Río.

Un taxista, de nombre Arturo Guzmán Estrella, relató al medio Voz Imparcial, que eran alrededor de las 2 de la mañana cuando se encontraba ‘haciendo sitio’ en el puente de la autopista, donde se le conoce como la base de ‘La Virgencita’.

“Se me acerca un joven, quien me pide un viaje a la Ciudad de Querétaro. Tratamos el viaje en 350 pesos, se sube, pero a casi 100 metros de recorrido le dije que primero tenía que pagarme, es cuando me saca la pistola y me dijo que no la hiciera de pedo, que era un asalto”.

El taxista recuerda a Rogelio como un joven delgado, sereno, callado, pero decidido a todo.

Luego de que sacó su pistola, se pasó al asiento de atrás del taxi, desde donde colocó la pistola en la sien del conductor, obligándolo a conducir hasta el punte de La Estancia.

“En el trayecto, cuando me tenía amagado, le suplico que me deje vivir porque yo tengo familia, entonces me contesto: no te preocupes, tu vida no me interesa, me interesa la vida de otros cabrones”.

En la zona de El Parián se bajío el asesino y encajueló al taxista; sin embargo, al parecer no cerró bien la cajuela, pues antes de agarrar carretera, en un tope, el taxista aprovecha para salir del vehículo y sale huyendo.

En ese mismo taxi fue en el que se detuvo a Rogelio Álvarez Escobar, ‘El Chacal de Querétaro’.

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