Concluyó la participación de la representante queretana en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020: Paty Valle. La nadadora consiguió el sexto y séptimo lugar en sus pruebas de 100 metros libres y los 50 metros pecho, respectivamente, sin embargo, su legado va más allá de estos últimos resultados: la atleta consumó su séptima participación en unos Juegos Paralímpicos, cifra que le lleva a convertirse en la deportista con más participaciones olímpicas en la historia de México.
“Me voy con un sabor de boca distinto, me siento satisfecha por todo el legado que dejé. Hace unos días estuve escuchando a una compañera que consiguió cuatro medallas de oro en cuatro Juegos Paralímpicos, yo tengo esas mismas, pero las gané en dos juegos, tengo once medallas. Ayer escuché que se sumaron 100 medallas de oro en Juegos Paralímpicos y estoy muy satisfecha de saber que cuatro de esas medallas son mías”, dijo Paty Valle.
La oriunda de Morelos, pero residente de Querétaro, reconoció que no estuvo en su mejor momento debido a diversas circunstancias como el aislamiento que, aunque corto, tuvo que transcurrir debido a un riesgo de contagio que experimentó, interrumpiendo su ritmo de entrenamiento. Las rivales con mayor movilidad que ella y su etapa personal como funcionaria, madre y empresaria, sin embargo, dijo, no quiso dejar pasar la oportunidad de consumar un objetivo más.
“Hay muchas personas que buscaron esta oportunidad, que lucharon por estar aquí y por eso no quise perdérmelo. Me quedo con un séptimo y sexto lugar, no estoy en mi mejor momento, pero no tiene qué ver con la edad, sino con la movilidad, si pudieron ver la competencia, la mayor cantidad de competidoras patalean y yo no puedo con eso; también tiene qué ver con que tengo otras cosas en la cabeza, debo destinarle más tiempo ya a mi empresa”, señaló Paty Valle.
"Se pueden hacer realidad los sueños"
La nadadora ha dejado algo en claro: no importa tu condición, sexo, ocupación, edad e incluso discapacidad, tus sueños se pueden hacer realidad. Es el mensaje que Paty ha querido compartir desde hace ya un tiempo atrás, que la lucha y el trabajo constante siempre te impulsará hacia adelante.
“No importa tu sexo, no importa cuándo empieces, ve por tu sueño, éste es un lugar donde se pueden cumplir tus sueños”.
Valle Benítez recordó con orgullo, la anécdota de Fabiola Ramírez, una nadadora que logró apoderarse de su primer medalla paralímpica a los 31 años y quien consiguió el bronce en los 100 metros dorso durante Tokio 2020. Relató que la misma Fabiola le compartió que su inspiración inicial fue justamente ella, Paty, pues cuando aún estaba en el hospital su padre le mostró un periódico en donde se informaba de una medalla conseguida por Paty en Atlanta para decirle que ella, podría estar ahí, en el podium.
“Fabiola la que ganó la medalla de bronce, me dijo que cuando ella estaba en el hospital, su papá le llevó el periódico de mi ganando en Atlanta y le dijo que ella podía ser yo, que ella podía estar ahí, ella no lo creyó, pero hoy por hoy, llevó una medalla de bronce; es un trabajo muy difícil, pero quienes sabemos que sí se puede, sabemos que debemos convertir alas personas con discapacidad en personas productivas que generen cosas distintas”, comentó.
No hay semilleros; no hay igualdad; no hay patrocinadores
A pesar de todo, Paty Valle reconoce que aún resta mucho por hacer en cuestión de deporte adaptado. Asegura que no hay semillero, el único evento nacional que se tenía para el deporte adaptado en sus diversas modalidades se ha interrumpido debido a que ninguna entidad acepta organizarlo. La última fue Querétaro en donde se gestaron grandes experiencias.
“Hay talento, pero no tenemos semilleros, tenemos un solo evento al año para poder canalizar a estos deportistas, pero ya van varios años que nadie lo quiere, nadie se anima a hacerlo. Querétaro lo hizo, nos pasó de todos, pero tuvimos momentos muy entrañables”.
Aplaude que las autoridades hayan estado presentes en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, sin embargo, lamenta que el trato hacia los deportistas paralímpicos, como para los olímpicos, sea aún tan impar, tanto que, afirma, si ella viviese de sólo el deporte, hoy estaría muy angustiada puesto que en el deporte convencional se reconoce hasta el octavo lugar, mientras que en el paralímpico únicamente hasta el cuarto, además de que no se les brinda la misma visibilidad, limitando su posibilidad de conseguir patrocinadores.
Te podría decir que hoy un sexto y séptimo lugar me angustia, si este fuera mi único sustento, estaría angustiadísima. Atletas olímpicos se reconocen hasta el octavo lugar, en paralímpicos hasta el cuarto.No existe un mismo reconocimiento porque esto nos llevaría a tener patrocinadores, si los tuviéramos otra cosa sería. Yo creo que sí hay una diferencia, pero también creo y confío que todos estos resultados nos puedan abrir camino. Recuerdo en Sydney 2000 cuando empezamos a ganar, nos empezaron a ver y gracias a eso obtuvimos la beca. Vamos escalando, sin embargo, aún hay una brecha que tenemos que brincar porque de alguna forma es hacer el mismo trabajo: ganar una medalla”.
Paty advierte que las medallas provienen en su mayoría de atletas que, como ella, acumulan una carrera de muchos años en el deporte adaptado, pero que irremediablemente llegarán a un límite y la cosecha acabará. Cuando esa suceda, cuestiona la nadadora, ¿quién asumirá su lugar?
“Sigue estando Amalia, Arnulfo, pero qué va a pasar cuando ya estén, eso es lo que deben pensar nuestras autoridades. Yo sí quiero que haya más Arnulfos, más Amalias, más Patys Valle. Hay que decirles que ellos pueden estar aquí, ganar”.
Con todo o a pesar de todo, la esperanza en Paty no se apaga. Afirma que seguirá con la misión de compartir este sentido de progreso, de trabajo, lucha y superación, de promover la idea de que independientemente de cualquier tipo de condición, los sueños sí pueden hacerse realidad.
