Moliére, el padre de la comedia francesa

1.15.2021
Cultura

El 15 de enero de 1622, Francia da la bienvenida a uno de sus más ilustres hijos, Jean-Baptiste Poquelin, dramaturgo, actor y poeta francés, conocido por la humanidad como Molière. La familia Poquelín siguió creciendo y Jean tuvo dos hermanas, así como tres hermanos.

Tras más de un siglo de controversia sobre la autoría de las obras de Molière, que algunos atribuyeron a Corneille, dos investigadores franceses han concluido que Molière, el famoso dramaturgo y actor, considerado el padre de la comedia francesa, es, sin ningún género de dudas, el único autor de sus obras.

Las creaciones literarias de Jean-Baptiste Poquelin nunca pasan de moda. Sus obras, traducidas a todas las lenguas, son más interpretadas que las de cualquier otro dramaturgo actual. En efecto, Molière supo dar con la tecla. Su producción se halla a medio camino entre la denuncia, la sátira y la ridiculización de las costumbres de la Francia de su época, mediados del siglo XVII. Pero no ha sido hasta nuestros días cuando la ciencia ha podido confirmar que todas sus obras fueron escritas por él. Pero ¿por qué surgieron dudas sobre su autoría?

La polémica en torno a la obra de Molière estalló cuando en 1919 el poeta Pierre Louÿs denunció en las páginas de la revista Comédia haber descubierto un engaño literario. Según él, la obra l'Amphitryon (Anfitrión) de Molière, utilizaba una métrica similar a la que usaba Pierre Louis Corneille, considerado uno de los mejores dramaturgos del siglo XVII junto con el propio Molière y Racine.

Según Louÿs, Corneille habría sido un escritor a sueldo y el autor de las obras de Molière. Para los detractores de Molière, al que tachaban de inculto y falto de educación, resultaba extraño que alguien así se convirtiese en un autor de éxito de la noche a la mañana. Recordemos que Molière, que tenía 37 años cuando se hizo famoso con Las preciosas ridículas, no dejó apuntes de ninguna de sus obras; ni siquiera una nota.

En la década de 1990, el abogado Hippolyte Wouters retomó esa tesis y escribió que éste sería el único caso "de un autor mediocre hasta los 40 años que se convierte no sólo en un autor profundo, sino en una de las más hermosas plumas de su época". Lo que realmente hizo sospechar al propio Wouters, y también al escritor Henry Poulaille (como a Louÿs anteriormente), fueron los términos normandos empleados por Molière en sus obras, términos mucho más familiares para Corneille, ya que era de Ruán, capital de la región francesa de la Normandía.

En el año 2003, Dominique Labbé, investigador del CERAT, profesor del Instituto de Estudios Políticos de Grenoble y especialista en el análisis de discursos, afirmó taxativamente, basándose en una herramienta estadística llamada "distancia intertextual", desarrollada por su hijo, el profesor de matemáticas Cyril Labbé, que "el 99,9 por ciento de al menos 16 piezas de Molière fueron escritas por Corneille".

Según Labbé, la mayoría de las obras teatrales de mediados del siglo XVII estaban firmadas por los actores y poetas, y no por el autor real de la obra. Según él, el nombre del actor principal de la representación, en este caso Molière, servía para promocionar y vender la obra mientras que el autor real, en este caso, y siempre según Labbé, Corneille, se quedaba en la sombra. La estimación de su estudio es que al menos el 90% de las comedias escritas en esa época y la mitad de las tragedias no llevaban la firma de su autor.



Sus obras incluyen comedias, farsas, tragicomedias, comédie-ballets, entre otras.

Entre sus mejores creaciones destaca: Las Preciosas Ridículas, obra en un solo acto que se convirtió en su primer éxito; La Escuela de los Maridos, comedia que gira en torno a las relaciones de pareja, con un matiz de modernidad teniendo en cuenta la época en la que fue escrita; y Tartufo, con esta obra trató de lanzar un ataque sobre la falsa devoción, utilizada para alcanzar el poder.

Molière se considera el creador de la comedia francesa moderna. Sus obras todavía se estudian, y homenajean, lo que demuestra que cambiaron para siempre el teatro francés.

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