Este 22 de septiembre se producirá el equinoccio de otoño para el hemisferio norte (la primavera para el hemisferio sur), y tendrá una duración de 89 días y 20 horas, concluyendo el 21 de diciembre con la llegada del invierno.
Los equinoccios son los momentos del año en los que el Sol está situado en el plano del ecuador celeste. Ocurre dos veces por año: entre el 19 y el 21 de marzo y entre el 21 y el 24 de septiembre de cada año: en la primavera y el otoño.
Sin embargo, el equilux, el día que tiene las mismas horas de sol que de noche, se producirá el viernes 25 de septiembre. Será desde ese día cuando la noche supere al día hasta que llegue el equinoccio de primavera.
Tradicionalmente el equinoccio de otoño cae entre el 22 y el 23 de septiembre, pero no siempre, ya que debido a que el calendario gregoriano no está en perfecta simetría con la órbita de la Tierra, el equinoccio de otoño excepcionalmente caerá el 24 de septiembre. Esto ocurrió en 1931 y sucederá en 2303.
Con la llegada del equinoccio de otoño, durante la mañana de este día se pudo ver a Venus en el comienzo de la estación con Marte; al anochecer serán visibles Júpiter y Saturno, a los que se unirá Marte a mediados del mes de octubre.
Además, tendremos además dos eclipses: el 30 de noviembre tendrá lugar un eclipse penumbral de Luna visible en Asia, Oceanía y América.
El 14 de diciembre se producirá un eclipse total de Sol que será visible en el océano Pacífico, Sudamérica, la Antártida y el océano Atlántico.
Tendremos una "luna azul" justo para Halloween, el 31 de octubre. Se llama así porque es la segunda luna llena en un mes. Pero además esta luna será lo opuesto a una Superluna ya que estará en su punto más alejado de la Tierra.
Uno de los signos del otoño es la caída de las hojas de los árboles.Esto sucede ya que el número de horas de luz es menor al acortarse los días y no hay suficiente luz para realizar la fotosíntesis.Los árboles cierran sus sistemas de producción de alimentos y reducen la clorofila.
