La verdadera historia de amor detrás del Titanic

2.14.2022
Historia

Todos conocemos la película Titanic, dirigida por James Cameron en 1997, donde su protagonista Rose DeWitt Bukater, vive una apasionante historia de amor con Jack Dawson, quien pierde la vida tras el hundimiento del trasatlántico, aunque había suficiente espacio en esa puerta de madera para que ambos se salvaran.

Sin embargo, en el Titanic realmente ocurrió una historia de amor, una que incluso tuvo un pequeño guiñó en el filme de Cameron, pero que va más allá de un guión cinematográfico.

Se trata de la historia de Isidor e Ida Straus, esa escena de dos ancianos que tumbados en una cama se abrazan para esperar la muerte mientras el barco se hunde.


Isidor Straus emigró a los EE.UU. en 1854 desde su Alemania natal. Era copropietario, junto a su hermano Nathan, de los grandes almacenes Macy’s; mientras que Ida también era inmigrante alemana y contrajeron matrimonio en 1871. La acaudalada pareja era muy conocida en Nueva York gracias a su labor filantrópica.

En 1912, tras unas vacaciones en la Riviera francesa, la pareja decide aprovechar el viaje inaugural del Titanic para regresar a Nueva York.

A las 23:40 del 14 de abril de 1912 el Titanic colisionó con un iceberg a la deriva.

Tras la colisión, algunos pasajeros embarcaron en los escasos botes salvavidas. Al matrimonio Straus se le asignó el número 8. En un principio, tan solo mujeres y niños podían subir a los botes, pero el oficial al mando quiso hacer una excepción con el señor Straus debido a su avanzada edad. Este se negó categóricamente.

En ese momento,  su esposa Ida, abandonó su puesto en el bote diciéndole a su esposo:

“Hemos estado juntos durante muchos años, donde tu vayas, yo voy”

Después de esto, existen dos versiones, unos dicen que se sentaron en dos hamacas de cubierta, y otros cuentan que regresaron a su camarote – tal y como aparece en la película – y permanecieron abrazados hasta su muerte.

Ellen Bird, doncella personal de Ida Straus, sobrevivió al naufragio y relató lo ocurrido a su llegada a Nueva York.

Justo 2 horas y 40 minutos después del impacto, a las 02:20 del lunes 15 de abril, el transatlántico se había hundido. En la tragedia 1.517 personas fallecieron por ahogamiento o hipotermia.

El cuerpo de Isidor pudo ser recuperado en los días posteriores a la tragedia, pero el cadáver de Ida nunca fue encontrado. Una ceremonia celebrada en su memoria un mes más tarde reunió a más de 6.000 personas en el Carnegie Hall.


Un parque en su memoria

En 1912, la ciudad decidió cambiar el nombre del parque situado en la intersección de la calle 106 y Broadway, rebautizándolo como Straus Park en honor a la pareja, que había tenido su residencia en la calle 105.

Tres años más tarde, se convocó un concurso para erigir un monumento en el parque en memoria del matrimonio Straus. Se presentaron 59 proyectos. El ganador fue este diseño presentado por el escultor Augusto Lukeman en colaboración con el arquitecto Evarts Tracy.

El diseño original incluía un pequeño estanque alimentado por una fuente a dos niveles. Por encima de ella, una figura de bronce de una mujer reclinada. En la parte posterior, un banco de granito proporciona un lugar de descanso.

El memorial, sufragado en su totalidad por donaciones públicas, fue inaugurado el 15 de abril de 1915, tres años después del hundimiento del RMS Titanic

Inscrita en su parte trasera puede leerse una cita bíblica:

«Amados y queridos fueron en su vida y en su muerte no fueron separados».

En 2007, el monumento fue restaurado y el estanque sustituido por un lecho de tierra con flores para facilitar su mantenimiento.


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