Alessandra Vázquez
Sabemos que la reina Isabel II es amante de los animales, específicamente si hablamos de los perros corgis. El nombre científico de de esta raza es Corgi Galés de Pembroke y llegó a la familia real desde 1933.
El rey Jorge VI, llevó a su hogar al primer ejemplar cuando Isabel tenía 7 años. La primera mascota de la familia se llamó Dookie y a partir de ese momento, se inició la feliz tradición.
La reina por su parte, tuvo que esperar a cumplir los 18 años para tener a su amado corgi y recién cumplida la edad, le regalaron a Susan. Esta pequeña incluso asistió a la luna de miel de la reina y el príncipe Felipe, en 1947.
La mayoría de los peludos que han pertenecido a la reina son descendientes de Susan, entre ellos están Willow, Vulcan y Candy. Después de pasar por dolorosas pérdidas, la reina había decidido que Candy sería su última mascota, sin embargo hace poco tiempo adoptó a dos pequeños perros.
Algo interesante es que Isabel II, los nombra como personas que fueron importantes para ella y como lugares que le encanta visitar. Tal es el caso de las últimas mascotas, que llevan por nombre Fergus y Muick; el primero por su tío Fergus Bowes-Lyon y el segundo, por el lago que se encuentra en el castillo de Balmoral.
Por otra parte, se reveló que sus queridos corgis, dormían en una habitación únicamente para mascotas ubicada dentro del Palacio de Buckingham, bajo la vigilancia de dos cuidadores especializados.
