Una caravana integrada por al menos mil migrantes centroamericanos fue interceptada por elementos de la Guardia Nacional, quienes hicieron uso de la fuerza para detener su paso por el estado de Chiapas, en lo que fue su tercer intento por ingresar a México. Todo sucedió a ocho kilómetros de Ciudad Hidalgo, comunidad situada en la frontera con Guatemala.
Los integrantes de la caravana, en su mayoría centroamericanos, pedían que sus documentos fuesen arreglados para poder ingresar al país "por las buenas", algunos se resistían a ser movilizados por elementos del Instituto de Migración, quienes, en lo general, les conducían a centros de detención que ya jamás abandonarían, a decir de varios hombres miembros de dicho bloque.
Una trabajadora de migración explicó a los presentes que sería a bordo de autobuses de dicha dependencia la única forma en que podrían ingresar a territorio nacional y ser conducidos a un centro migratorio en donde se iniciaría su proceso administrativo. La persona era custodiada, a sus espaldas, por la Guardia Nacional. Tras esto, el grupo de seguridad mexicano tomó distancia de al menos cien metros con respecto a los migrantes, sin embargo, instantes después empezaron a marchar hacia el frente hasta encontrarse con el contingente de centroamericanos e iniciar la confrontación.
Del choque surgieron personas golpeadas, familias detenidas, quienes lograron huir y aquellos que escaparon hacia territorio Nacional.
