El Halconazo, también conocida como masacre del “jueves de corpus”, -fecha inscrita en el calendario católico-, tuvo lugar el 10 de junio de 1971.
Habían pasado dos años de la matanza estudiantil de 1968, cuando en 1971, en apoyo a protestas de estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, universitarios se reunieron en la Ciudad de México con afán de salir a las calles a manifestarse a favor de la educación pública y el movimiento estudiantil de la época arrebatado años atrás.
Al llamado, acudieron estudiantes de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y se concentraron cerca de 10, 000 estudiantes en el “Casco de Santo Tomás”. Fue entonces cuando un grupo paramilitar mexicano denominado “Los Halcones” intervino para terminar con la protesta.
El ataque, según relatos, se dio por manos de al menos 400 a 500 jóvenes vestidos de civil distribuidos en el cruce de dos avenidas, los cuales, tendrían el apoyo de la policía y el ejército para portar armas, ser financiados y capacitados y entre los cuales se encontraban exmilitares o militares en activo camuflados.
Pese a los intentos de escape por parte de los manifestantes buscando refugio en escuelas, negocios y viviendas de la zona, nadie estuvo a salvo, pues aún los heridos que eran llevados al hospital eran “rematados” por halcones armados que irrumpían en las salas de emergencia de los hospitales.
A las agresiones con palos les siguió el uso de armas de fuego. Incluso los heridos fueron "rematados" en las salas de emergencias de los hospitales.
Desde entonces se conoció a lo ocurrido como el "halconazo" o la "masacre del "jueves de Corpus", un hecho que incluso una fiscalía especial calificó décadas después como "genocidio", pero por el que nadie fue condenado.
AMLO pide perdón
A 50 años del “Halconazo”, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió perdón a los familiares de las víctimas de este este hecho y aseguró que en su gobierno no se reprimirá a quienes protestan.
“Ofrecer de mi carácter de representante de Estado mexicano una sincera disculpa, un sincero perdón y el compromiso, sobretodo, de la no repetición, de que nunca más se reprima a quienes protestan, a quienes luchan por las transformaciones, por los cambios, a quienes no están de acuerdo con el gobierno y deben de contar con todas las garantías para ejercer sus libertades”, dijo el mandatario.
