El Gordo y el Flaco, los grandes comediantes del cine mudo

9.19.2020
Cultura

El Gordo y el Flaco, rodaron juntos entre 1921 y 1951 más de un centenar de filmes cómicos que hicieron desternillar de risa a varias generaciones de cinéfilos y aún hoy muchas de sus payasadas nos divierten todavía. Una novela biográfica titulada Stan, del escritor irlandés John Connolly (Dublin, 1968), publicada en estos meses en Alemania por la prestigiosa editorial Rohwolt, de Reinbek/Schleswig-Holstein (cerca de Hamburgo), nos habla de la hermosa relación profesional y de amistad que cultivaron los comediantes Stan Laurel y Oliver Hardy durante toda su vida, dentro y fuera de los estudios cinematográficos.

Laurel, cuyo verdadero nombre era Arthur Stanley Jefferson nació en el seno de una familia de artistas teatrales en Ulverston (Inglaterra) el 16 de junio de 1890. Se crió con su abuela materna y cuando la familia se trasladó a Glasgow (Escocia), se formó en artes dramáticas en la Rutherglen Academy. Tras actuar en algunos teatros de variedades de provincia, llegó a Estados Unidos por primera vez en 1910 durante una gira con la troupe del productor teatral londinense Fred Karno (Fred Karno's Army) que integraba también Charlie Chaplin (presumiblemente Londres, 1889-Corsier-sur-Vevey, Suiza, 1977). Cuatro años más tarde, Laurel cumplió una segunda tournée con el mismo grupo y resolvió establecerse para siempre en ese país de América del Norte. Me sentía completamente nutrido con el espíritu del teatro, afirmaría.

Hardy, apodado Babe y cuyo primer nombre de pila era Norvell, nació el 18 de enero de 1892 en Harlem/Georgia; perdió a su padre cuado tenía 10 meses de edad y vivía con su madre que regenteaba un hotel en la cercana Milledgeville. Como tenía mucho talento para la música y le gustaba el canto asistió irregularmente a clases privadas en la misma localidad y en el Conservatorio de Atlanta. Trabajando a partir de 1910 como proyeccionista y encargado de la gestión del primer cinematógrafo de Milledgeville, el Palace Theatre, se interesó por las comedias del cine mudo y probó fortura en la naciente industria del celuloide norteamericana, en aquel entonces en Jacksonville/Florida.

El primer intento fue fallido. Pero el segundo, en 1914, después de haberse ganado el pan como cantante y casado con su primera mujer, la pianista Madelyn Saloshin, consiguió debutar en el filme Outwitting Dad, de la Lubin Company, al que siguieron otros cortos, Something in Her Eye (1915) y una serie para la Vim Comedy Company a partir de 1916, en algunos de los cuales pudo ejercitarse como joven realizador.

La novela de Connolly comienza al término de sus vidas. Laurel, quien recibió en 1961 un Oscar honorífico por el conjunto de su carrera cinematográfica, vierte en 1965 una mirada retrospectiva a su biografía. Su partenaire Oliver Hardy había fallecido hacía ocho años (el 7 de agosto de 1957 en Hollywood) y ahora percibía que se acercaba su final. El presentimiento de la muerte y la pérdida del entrañable amigo, que lo afectó profunda y decisivamente, determinan el melancólico tenor de esta obra.

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