El día que nevó en Querétaro

1.12.2022
Historia

La mañana del 9 de marzo de 2016, los habitantes de la delegación Santa Rosa Jáuregui vieron con incredulidad lo que el clima gélido de esa noche les había regalado: una nevada atípica.

Todo lucía blanco, la calle, los techos, los autos. Aquella postal era increíble a tal punto que se requirió de fotografías para conservar el recuerdo con claridad. Las comunidades de Ojo de Agua, Puerto de Aguirre, Jofre, Jofrito, La Monja, La Luz, Ojo de Agua, así como la zona norte de Santa Rosa Jáuregui, se habían pintado de blanco. Incluso en La Gotera, la nieve alcanzó una altura entre 15 y 20 centímetros, cubriendo también parte de la carretera a San Luis Potosí.

Así lució el parque La Barreta

Querétaro no fue el único municipio en experimentar este fenómeno, Amealco, Cadereyta y Colón fueron otros municipios donde también se pudo apreciar la nevada.

Así lució Cadereyta.

Este fenómeno climático es hasta cierto punto común en la zona serrana del estado, sobre todo en PInal de Amoles donde, una año antes, se registró una fuerte nevada producto del frente frío 23. En aquel entonces, el mes de septiembre del 2015, Santa Rosa Jáuregui también resintió el clima adverso, pero lo que cayó aquella noche fue aguanieve y no como tal nieve, la que sí llegaría un año después.

¿Por qué sucedió?

Fue producto de la tormenta invernal número 11 y la entrada del frente frío número 46, que las condiciones se dieron para gestarse la segunda nevada en la historia del municipio de Querétaro.

En al menos 15 comunidades de Santa Rosa Jáuregui se registraron temperaturas por debajo de los cero grados centígrados, situación que derivó en al menos 255 llamados al 066, el entonces número de emergencias, pues la contingencia fue acompañada por ráfagas de viento intensas que alcanzaron los 72 kilómetros por hora. Entre los reportes se encontraron accidentes automovilísticos, inundaciones, árboles caídos al igual que anuncios publicitarios, fallas en el servicio de electricidad, daños en propiedad privada e incluso incendios.

Aunque caótica, la nevada resultó en un recuerdo único para los queretanos, un fenómeno que tardará en repetirse al menos en la zona metropolitana del estado.

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