El mundo está de cabeza y nuestro país no es la excepción. Este virus popularmente conocido como ‘coronavirus’ llegó para quedarse y para poner a prueba la capacidad del humano.
Como era de esperarse, México y las naciones en vías de desarrollo serán las más azotadas por el Covi-19. La OMS declaró en su momento que su mayor preocupación era aquellos países cuyo sistema de salud no era tan robusto como los europeos o algunos asiáticos de peso.
En la tierra azteca los gobiernos estatales se han puesto en marcha y se han ‘adelantado’ a la compra masiva de insumos para que los 32 sistemas de salud locales puedan, en alguna medida, enfrentar este fuerte choque.
Para el caso queretano el gobernador FranciscoDomínguez Servién, de la mano de un experto como Julio César Ramírez, secretario de Salud, han llevado a cabo maniobras para preparase ante lo inevitable: la fase 3 y sus consecuencias. Instalaciones como el Hospital General de Querétaro, parte de lo que será el nuevo Hospital General y el Centro de Congresos han sido habilitados con nuevas camillas, respiradores y se ha constituido un gran número de miembros de la salud que atenderán en los momentos de crisis. Aunado a esto, se ha puesto a trabajar una línea estatal para atender dudas en torno al ‘sospechosismo’ personal de poder estar infectado con el Covid-19.
Estamos en un año preelectoral y lo que hagan o dejen de hacer los gobiernos impactará en la forma en que votantes se desempeñen en las casillas, es decir, en los resultados. Dependiendo de las políticas que emprendan tanto hacia fuera como hacia adentro (con sus trabajadores), será la forma en que las boletas sean marcadas. Sabemos que probablemente ahora nadie esté pensando en montarse en esta coyuntura para obtener un rédito político ¿verdad?... porque toda la clase política está volcada en la idea de salvaguardar la salud de la población. Al menos eso quiero pensar.
La capital queretana tendrá también elecciones. Su alcalde, Luis Nava, anunció hace varios días diversas medidas para poder, desde su trinchera, mitigar los efectos de este problema. Pero dicen que pese a eso no será suficiente y es que López-Gatell, subsecretario de salud federal, advirtió que entre el 70 y 80% de los mexicanos contraerán la enfermedad, luego entonces cualquier cosa que hagamos ahorita no nos ayudará ¿o si?. El mayor resultado de la prevención dependerá en mayor medida de los ciudadanos, de lo que hagamos a nivel personal, es decir, quedarnos en casa.
¿Hasta dónde un gobierno puede forzar a la población a quedarse en casa? ¿Los gobiernos queretanos se verán en la necesidad de obligar al ciudadano? ¿Hasta dónde puede empujar un gobierno al probable votante sin generarle molestias que terminen dándole resultados adversos de cara al 2021?
Al parecer en esta coyuntura puede que sea incluso favorable. Vaya, es sin duda una gran apuesta. Algunos han manifestado que el coronavirus será el principio del fin para el gobierno de López Obrador, de tal forma que podría aplicarse la misma primicia para cualquier gobierno estatal. Pero insisto en la idea del manejo de la crisis. Gobiernos como el de Jalisco se mostraron enérgicos pese a la crítica, pero pareciera que el costo-beneficio en la determinación de Alfaro fue mayormente aceptada. Parece.
El coronavirus será un factor sumamente importante en el 2021.
