Caro Quintero, el narco que ofreció pagar la deuda externa de México

7.15.2022
Historia

Rafael Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara, fue colocado como el hombre más buscado del mundo por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), ofreciendo una recompensa de 20 millones de dólares por información que lleve a su captura.

Caro Quintero está prófugo de la justicia desde el 8 de agosto de 2013, cuando salió caminando del Penal Estatal de Jalisco, luego de 28 años tras las rejas, ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revirtió un amparo que le permitió recuperar su libertad, ya que los jueces consideraron que Caro Quintero debió ser juzgado en el fuero local y no en el federal.

Quintero había sido apresado el 4 de abril de 1985 en Puntarenas, Costa Rica, cuando tenía 32 años de edad, por el asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, ex agente de la DEA. Le restaban 12 años de prisión y en ese momento se estimaba que su fortuna ascendía a 100.000 millones de pesos.

Según cuenta la leyenda, cuando lo detuvieron, Caro Quintero ofreció pagar la deuda externa de México a cambio de su libertad y de que lo dejaran trabajar tranquilo. La deuda externa de México rondaba los 80.000 millones de dólares en ese entonces.

En la década de los setenta, junto a Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca, pusieron en marcha el cártel de Guadalajara, que fue el más poderoso de México y dio pie a los que se crearon en los noventas: los cárteles de Sinaloa, Tijuana, Ciudad Juárez y el Golfo.

La primera caída de Caro Quintero se empezó a fraguar en 1984, cuando el Ejército mexicano entró en el rancho El Búfalo, una propiedad de mil hectáreas en Chihuahua, donde cuatro mil campesinos cultivaban marihuana bajo sus órdenes. Ese día los soldados decomisaron ocho mil toneladas de hierba valoradas en dos mil quinientos millones de dólares de la época. El Capo estaba furioso y perplejo.

Al mediodía del 7 de febrero de 1985, Enrique Camarena, el agente de la DEA que dio el chivatazo, salía del consulado estadounidense en Guadalajara cuando fue secuestrado por policías a sueldo de Caro Quintero. Lo llevaron al rancho El Búfalo, en donde lo torturaron durante treinta horas.

“Le quemaron el pecho con colillas de cigarro. También le ponían pólvora sobre el pecho y le prendían fuego”, narró el agente de la DEA Héctor Berrellez, quien investigó el asesinato de su compañero y que escuchó las grabaciones que los verdugos hicieron del interrogatorio.

El cuerpo mutilado y castrado de Camarena apareció un mes después, y los forenses descubrieron que le habían inyectado anfetaminas y otras drogas para mantenerlo despierto durante su calvario.

Caro Quintero es buscado por la agencia por el asesinato del agente Enrique ‘Kiki’ Camarena además de por los delitos de secuestro y posesión de drogas con la intención de ser distribuidas.

Apenas en agosto pasado, César Enrique C. E., sobrino del narcotraficante Rafael Caro Quintero, fue vinculado a proceso por un juez, quien le dictó la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa.

La Fiscalía General de la República (FGR) detuvo en un cateo a César Enrique junto con Carlos G. y Vicente G. en la alcaldía Cuajimalpa de la Ciudad de México.

En la lista también se incluye a Ismael ‘El Mayo’ Zambada y a Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).


Su liberación

La madrugada del 8 de agosto de 2013, Rafa Quintero salió caminando y libre de cargos del Penal de Jalisco. Lo esperaba una camioneta negra.

Atrás dejó la pistón donde controlaba todo: visitas, venta de droga y alcohol, cuotas para vigilancia, renta de celdas y la distribución de cigarros.

Desde entonces, la DEA investiga si hubo corrupción en su liberación y le siguen la pista a los tres magistrados que le otorgaron su libertad, así como a empresarios vinculados al expresidente Enrique Peña Nieto.

Una línea de investigación fueron las transacciones bancarias de 49 personas entre las que se encontraban familiares, posibles prestanombres y abogados que trabajaron en algún momento para Caro Quintero.

Caro Quintero llegó el 1 de junio del 2010 al penal de Jalisco gracias a un amparo conseguido por sus abogados, tras permanecer 25 años en cárceles de máxima seguridad; primero en el Altiplano (antes Almoloya) y después en Puente Grande.

El asesinato de ‘Kiki’ Camarena era la única acusación pendiente contra el capo, pues ya había cumplido las sentencias por delitos contra la salud.

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